EL JAMÓN IBÉRICO
El JAMÓN IBÉRICO procede
únicamente de cerdos de raza ibérica pura (negro y
retinto), o cruzados con Duroc-Jersey con el 75% de sangre ibérico. Tiene un proceso de elaboración que comprende desde su crianza y alimentación mientras viven, hasta su posterior curación cuasiartesanal una vez sacrificado el cerdo del que procede, pasando en todo momento por un minucioso control de calidad e higiene. Los jamones tienen un proceso de curación que puede oscilar entre los dieciocho y veinticuatro meses según se detalla a continuación: |
DESPIECE: La canal del cerdo se despieza y en el jamón se marca a fuego la semana que corresponde a la matanza y se le da un corte típicamente serrano. Esto se realiza en salas de despiece autorizadas con toda garantía de higiene. Luego pasan a la cámara de oreo. SALAZON: En la cámara de salazón, se colocan los jamones unos encima de otros separados por sal a una altura máxima de ocho jamones, permaneciendo en ella un día por kilo. Esta fase es muy importante porque el jamón que se estime de calidad no debe estar salado, al contrario, su gusto debe ser dulce. POST-SALADO: Al finalizar la fase anterior, los jamones son lavados para quitarles la sal que les queda en la superficie. SECADO: MADURACION Y "BOUQUET" BODEGA: En la bodega se clasifican según peso, calidad
y conformación, siendo el tiempo de permanencia en la misma
hasta su expedición: |